1 Feb 2019

AMBITO FINANCIERO

Una reforma en espejo de los años ’90

Compartir en las redes sociales

Por Mariano Martín

La reforma laboral que impulsó el Gobierno en la industria textil, y que esta semana quedó en suspenso tras el rechazo conjunto de los gremios y los empresarios, incluye un concepto clave que responde a estrategia oficial en línea con la del Fondo Monetario Internacional (FMI): la “disponibilidad colectiva” que habilita una negociación a la baja respecto de la ley de Contrato de Trabajo (LCT), el piso de derechos laborales vigente.

Esa facultad, prohibida salvo casos excepcionales, fue calcada (ver gráfico) de una ley de flexibilidad laboral para pyme (24.467) que logró sancionar en 1995 el entonces presidente Carlos Menem con apoyo del tándem Domingo Cavallo (Economía) y Armando Caro Figueroa (Trabajo) y que nunca llegó a aplicarse. El objetivo de aquella norma y del borrador que impulsó el actual ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, es habilitar el pago en cuotas del aguinaldo, flexibilizar las vacaciones y reducir el costo de las indemnizaciones. La actual iniciativa agrega ítems como la creación de un “banco de horas” para estirar hasta 12 horas la jornada laboral.

Acceso a la nota completa

 

En este número