14 Ene 2018

POESÍA

El Solicitante Descolocado

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El Solicitante Descolocado

Por Leónidas Lamborghini

Buenos Aires: Ediciones De la Flor, 1971.

 

Me detengo un momento

por averiguación de antecedentes

trato de solucionar importantísimos

problemas de estado;

vena mía poética susúrrame contracto

planteo, combinación

y remate.

En vez

tú no tienes voz propia

ni virtud

dijo

y escribes sólo para

yo quise decirle mentira mentira

para purificarme

La pista se rodea

de todas las especies, de todos los órdenes

y clases

sobre todo de público

en la primera fila van

los relegados.

Siempre algún gobernante

algún guerrero ilustre, algún

funcionario aventajado

da el puntapié inicial

entonces entro yo

entrando por el aro.

Tome asiento

nadie debe perderse

un espectáculo

abro mi risa negra

a función continuada.

Y a la bartola

haciendo de las mías

en el país del tuerto

es rey.

Pueblo goloso perezoso lujurioso

porque las curvas económicas

nos son favorables

una nueva conciencia os pido

en marcha.

Y si las cosas se complican

descentralizar:

—Listo, vamos

gobemar es poblar es hablar;

apoyando mi oído

en el obrero concentrado:

vibra.

Entonces reconozco

alcanzo a distinguir entre 200.000

a mi buena maestrita

llevaba

un cartelón azul

con letreros dorados.

—¿Qué clase de niño fuiste tú?

—a,e,i,o,u

inteligentísimo y de gran corazón

antes del sacrilegio

ella me dijo a mi mejor discípulo

—La tierra para quien la trabaja

se inclina

—La revolución no se detiene nunca.

Ella.

Levanta emocionada

la tapa de mis sesos

deshojando

cumple no cumple cumple no cumple cumple no

cumple

—Tu alma tiene un delicado

cuello de cristal

—se inclina—

su base es de acero inoxidable

Tratando de llegar

a las altas esferas

hice mi oferta de viva voz

—¡No valgo un pito!

No obstante invento

la economía sin un hilo

y oigo al pasar

«aquí estamos muy bien

colgados del presupuesto»

Cuando llegaron las inversiones extranjeras

dispupuestas a radicarse

y preguntaron salario real ¿cuál

es tu poder adquisitivo?

Cambio

Cambio

Cambio

¿Dónde está

la moneda simple

legal

la moneda sencilla

del menudo candor

la moneda de

cobre?

Y antes de sucumbir

el interés económico pensante

alcanzó a balbucear

petróleo, industrias, agro,

pecuario.

Está quebrando

Sin base

cierro la última

cotización.

En el rebusque cada vez

me pica más

el bagre

vendo shakespeares usados

a un Moro sin entrañas

Descubro inscripciones

no figurativas

en las letrinas de altamira.

Apenas este tiempo para nada

Al Paso

almuerzo pavimento

con ensaladas

del huerto de los olivos.

«No son todos los que están

no están todos los que son»

mi pobre especie

son

los no antologados

En los viejos tranvías

y en general

en todo transporte colectivo

colaborar es correrse

bajar por adelante.

Cuando un golpe de sol:

sobre la cresta brillante de una ola

la imagen de mi hermana

se levanta

—Notifícame

—Mar espléndido.

Mi horario es justo para

que las horas que pasen

ya no vuelvan más

y no tener sanidad pública

ocupación bien fija.

—Nuestra madre es feliz

nuestro padre

nuestro hermano sigue creciendo

sólo se espera tu llegada.

Aprovechando mi hora libre

mi oportunidad o perdiéndola

pero buscando en seguida otra más

hasta agotar la última

el último suspiro.

Crack crack crack

pasa el carro alegórico

del fútbol corrompido

¿Dónde está el gran Martino?

Volviendo un día al barrio

a la estructura simple

de casitas baratas

y la Villa del Parque.

Cómo se pianta la vida

cómo rezongan los años

cómo se viene la muerte

tan callando.

Y la Gran Puta huyó a París

en busca de su amor

yo la seguí con la imaginación

—sin amor no se puede bienestar—

Acariciando mi alma en mi soledad

en mi soledad

no se puede confort y

si vieran mi catrera.

El saboteador arrepentido

Oh Máquina de los Recuerdos

y esta música traqueteante

renace, que aún vive, que aún persiste

de los batanes.

Gran Cuarto de los zurcidos

bajo el tribunal de las telas en crudo

en otoño nací.

¿Mi destino estaba sellado?

cuando la más vieja de las zurcidoras

—toca en mis sienes con su resplandeciente

aguja especializada—

dijo

—Dirigirá esta fábrica

toda la producción

pasando por sus manos.

Entonces me erguí

mitad empleado – mitad obrero

sólo como un monstruo sabría hacerlo

y trozos aún del cascarón textil

lo alcancé bien y comprendiendo que

aquello era

sentencia

angustia fabril

y dolor de conflictos en la mano de obra

Huyendo par debajo de las mesas

revisadoras

describo inverosímiles curvas

económicas avisé apresurado en las parades

YO NO SOY TÉCNICO YO NO SOY TÉCNICO

—¿Qué es esto?

Hasta que el fabricante disfrazado

de patrón vistiendo su más fino casimir

su más peinado hábito

me envuelve con su cola y aquí

me deposita:

—Este es tu nuevo puesto

San Andrés caminaba

con altos botas de goma

ese inviemo.

Bajo lluvias continuas, localidad

sintió sobre sus tierras

motores y patas de telares

Yo era control

y era el Alto Parlante voz de mando

infundiendo valor a mis peones

tratando de tomar por asalto los galpones

vacíos.

Caudillo entre mi gente

en medio de tan ruda batalla

soy derribado

al tiempo que mis hombres

conseguían entrar sobre grandes rodillos

entonces

sobreponiéndome

alcanzo a defender con victoria

toda esa época

la bandera del capital ajeno.

Una primavera me sorprende

y el mover de este pueblo.

El ruido se hizo carne y habitó entre nosotros:

Yo, el ubicuo gerente

devine popular:

coordino y distribuyo los trabajos

tomo y obligo.

Oh Ilusión Ilusión

nada de esto es lo mío.

Como estafado corrí a la comunicación

telefónica

en lo templado del sol nace el deseo

argumenté en favor de una más alta calidad

Casa Central yo necesito

una pantera de solapados hábitos.

El rugido de los 2 pichones semi-diesel

saludó su llegada

subida a ese montículo

entonces

me prendé de unos grandes repollos azules

marcados sobre sus blancas carnes.

He aquí mi amor

he aquí mi primera vista.

Capataza.

Astutos simularíamos trabajar en el fichero

las últimas horas

la oficina será nuestra mejor aliada

ella

inclinándonos así

el uno sobre el otro en secretos.

No quiero

estar ya más para las estadísticas

para el activo contador

y el complejo mecánico reventaron

rechiflados de sed verano tus días

y los obreros queriendo trabajar

emborrachándose

bajo la chapa ardiente

cuando la perra patronal

negra, colérica ladrante, amenazó:

—Castigos sin indemnización.

Tu pereza

y la mía únicas privilegiadas

no obstante tácito acuerdo pactan

así

destruir la fabricación occidental

desde entonces

tejiéndonos en horario descorrido

hasta el anochecer

Hasta que la sospecha se adueñó de vosotros

hasta que todas vuestras sospechas

confirmasteis

hasta que mi cansancio frente a vos y

la industria

en mitad

del capital problemas de las mermas

disparado a

tocar los senos de la pequeña Maruska.

Que además crecieron los celos

yo, sabiéndome tu cornudo inolvidable de una

vez

para siempre

no conforme

hasta escupirte el rostro

ante el congreso de partidarias zurcidoras

En la sombra

lejos del industrial ruido

me arrodillo junto al lecho de la pequeña

Maruska

toco sus senos a punto de nacer

sentir

sentir

de la antigua pureza ese relámpago

Y el que había desatado

la corrupción desorganizadora

creyó llegado ahora el colmo

quiso salvar mas ya era tarde e impotente

vio sin la antigua alegría

—saboteador arrepentido—

bajar, bajar el nivel

y el Costo

ir hacia lo Altísimo.

El solicitante descolocado

Desempleado

buscando ese mango hasta más no poder

me faltó la energía la pata ancha

aburrido hace meses, la miseria

busco ahor atrabajo en la era atómica

dentro o fuera del ramo

si es posible.

Todos los días abro el mundo

un jardín de esperanzas

en la sección empleados

voy clasificándome

atento

este aviso me pide.

Entonces

a escribir con pasión y buena letra

adherido con lealtad

—ser claro—

escucho el ruego del ruiseñor

uniendo lo primitivo a lo culto

la inspiración a la escuela

trato de seducir

con mis antecedentes.

Solicitud detállame

el que suscribe

práctico en desorganizar

está deseando

ganarse un pan en tu establecimiento

hombre de empresa

casilla de correos.

El saboteador arrepentido

En mi rostro está escrita la aceptada

renuncia

tanto vil ostracismo

después supe

el trabajo es salud, es factor

dignifica

y lo otro es el crimen

la poesía maldita

Yo era el brazo derecho ahora no soy nada

Esta guitarra cae ya

volcada de mi alma

su última nota

espera.

El solicitante descolocado

Telegrama-respuesta

«Preséntese

mañana en alpargatas

sin ningún compromiso, limpio

de polvo y paja».

Allá estaré fenómeno

necesito ya urgente

un par de medias, camiseta

y calzoncillos aptos.

En la cola

he llegado hasta aquí

al borde

del seré examinado

repaso mentalmente la historia

que repito.

(Mi especialidad es

de hombre orquesta

hace un corto intervalo que no trabajo

me fueron

por mi propia voluntad)

Frente a la psicotécnica

pregunta acelerando

rápida

llega a mi pasado.

Me deschava:

—En el departamento

atrasando día a día

el reloj

cinco tipos tirados

viviendo como chanchos

perdiendo

poco a poco la vergüenza

la decencia y la moral

una habitación

un aire viciado

cocina y baño.

—Fue la época de las grandes peleas

los ayunos

los empeños la venta

del refrigerador inmaculado

y es mejor no recordar.

Para sumar a gatas

—me arrastro—

no sé más quién soy

yo el antiguo encargado no funciono.

NO INSISTA EN SU PEDIDO PRESENTANDO NUEVAS SOLICITUDES.

Me voy

a descular hormigas

buscando la estabilidad

En este número