30 Abr 2024

DIA INTERNACIONAL DE LAS Y LOS TRABAJADORES

Un 1º de Mayo que nos interpela

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Han pasado más de 130 años desde los trágicos episodios de Chicago, en donde un grupo de trabajadores anarquistas fue ejecutado por luchar por la limitación de la jornada de trabajo, el incremento de salarios, el reconocimiento de las organizaciones sindicales, y la prohibición del trabajo infantil.

Sin embargo, este primero de mayo nos encuentra batallando contra discursos políticos que denostan esas luchas y los derechos que costosamente se consiguieron en nuestro país a través de las mismas y que se encuentran expresamente garantizados por nuestra Constitución Nacional en su artículo 14 bis, a saber: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital y móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática; el derecho a concertar convenios colectivos de trabajo; el derecho de huelga; el derecho a la seguridad social integral e irrenunciable; jubilaciones y pensiones móviles; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna.

En tiempos donde la mayor parte de nuestra sociedad enfrenta altos índices de desempleo, condiciones de extrema precariedad laboral, donde los créditos laborales – de carácter alimentario- se licuan inexorablemente frente al grave proceso inflacionario que aqueja al país, y donde el poder encargado de administrar y repartir justicia no da respuestas adecuadas en tiempo y forma, la Cámara de Diputados y Diputadas de la Nación da media sanción al proyecto “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”.

Aparentemente, para asegurar la libertad de los “argentinos” es necesario violar y desconocer los principios de progresividad y no regresión, de justicia social y pro hominem, consagrados en nuestra Carta Magna y en el bloque federal de constitucionalidad.

Las medidas que impulsa la ley precitada, implican la destrucción de los derechos sociales y la transferencia de ingresos y recursos a favor del capital concentrado, sostenidas a través de la represión de la movilización y la criminalización de la protesta social.

El proyecto, lejos de introducir una “modernización” de las relaciones laborales, o de implementar medidas para generar empleo o reducir el empleo no registrado, introduce viejas reivindicaciones del sector empresarial que suponen retrotraer a la Argentina a etapas anteriores de mayor injusticia social, con fórmulas que solo conducen a tragedias y empobrecimiento de la población.Es decir, el derecho al trabajo, consagrado en instrumentos internacionales como derecho humano fundamental, resultaría mortalmente herido.

Históricamente, fruto de la acción colectiva y las luchas por el trabajo digno y por la ampliación de derechos a favor de las mayorías populares, es que se ha avanzado en la conquista de derechos y se ha posibilitado la movilización social ascendente,así como el acceso a bienes esenciales tales como la salud, la educación, la cultura y la vivienda.

El 1º de mayo encarna la síntesis de esas movilizaciones y luchas en busca de una sociedad más igualitaria, justa e inclusiva, y un freno al avance del capital, cuyas reglas solo garantizan la apropiación de la riqueza que genera el trabajo.

Como laboralistas, entendemos que el progreso social solo puede lograrse a través de la ampliación de derechos y con la inclusión social de los segmentos más postergados de nuestra sociedad.
Por eso,ante el embate actual de quienes legislan de espaldas a la clase trabajadora, este 1º de mayo debemos redoblar esfuerzos y el compromiso colectivo para luchar por un trabajo digno, por la progresividad de los derechos sociales, y una justa redistribución de la riqueza.

Creemos firmemente que este 1º de mayo debemos poner nuestra profesión al servicio de la clase trabajadora y sus organizaciones, abonando a la construcción de un orden social justo que ponga limite a la codicia deshumanizante del Capital, pensando al derecho del trabajo desde los derechos humanos hacia la transformación social.

Consejo Directivo

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